01 junio 2022
01 jun 2022

“Intento ser creíble en lo que digo, pienso y hago”

“Intento ser creíble en lo que digo, pienso y hago”
Al finalizar su mandato, el P. Heinz Lau hace un repaso sobre los años de servicio como provincial de la provincia alemana.
de  Brigitte Deiters
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No le gusta que le clasifiquen como “conservador” ni “progresista”, sino que: “Busco ser creíble en lo que digo, pienso y hago. Hay que ser coherentes”. Es lo que afirma el Sacerdote del Corazón de Jesús, padre Heinz Lau scj.

Desde octubre de 2015 es el responsable de la provincia alemana de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús. El Gobierno General de Roma le nombró provincial a la edad de 65 años. Sucedió al p. Heiner Wilmer scj, elegido Superior General de la Congregación en mayo del 2015 y consagrado obispo de Hildesheim en septiembre del 2018, después de un breve mandato. El 1º de julio del 2019 el p. Lau fue nombrado de nuevo como provincial de Alemania por otros tres años, y el 1º de junio le sucederá el p. Stefan Tertünte scj.

En esta entrevista, a la edad de 71 años, hace un recorrido por los últimos años vividos.

¿Le ha gustado ser provincial?

En su conjunto sí. He sido corresponsable de los lineamientos y del desarrollo de nuestra Provincia, y asumir responsabilidades me gusta. Pero lamentablemente, en los últimos años he estado poco presente a causa de la pandemia. Esta realidad ha complicado mi trabajo. A pesar de eso, he buscado siempre de mantener contactos con mis cohermanos. Y hemos conseguido hacer progresa el desarrollo de nuestras comunidades. Todas están bien posicionadas y bajo toda regla.

¿Recuerda todavía los objetivos y los planes que se planteó cuando comenzó con este cargo?

Llegar a ser provincial me pilló por sorpresa, casi de un día para otro. No hubo tiempo para prepararme. Pero tuve y tengo objetivos: Nosotros, los Sacerdotes de Corazón de Jesús, queremos trabajar con una Iglesia al mismo paso que los tiempos, que no sea anticuada ni costumbrista, haciendo que nuestras comunidades sean centros espirituales. Jamás debemos olvidar de qué parte estamos: de la parte de la gente normal, y sobre todo es muy especial para mí el catecismo social. Quiero que mantengamos viva la espiritualidad dehoniana y que la difundamos.

¿Qué es eso de espiritualidad dehoniana?

¡Es centralmente bíblica! Estamos orientados por las actitudes de Jesucristo. Este es el modo en que leo la Biblia y la difundo: que adoptemos para nuestra vida la misma actitud que Jesús. Para mí es muy importante que mística y política vayan juntas, ¡no en paralelo! Esto significa: llevo al mundo en la oración, y a través de la oración mis acciones lo cambian.

¿Cómo resumiría el desarrollo de los últimos años?

En conjunto, junto al excelente Consejo Provincial, hemos logrado hacer mucho. Nuestra cuatro comunidades de Neustadt, Martental, Friburgo e Handrup  están muy bien posicionadas, y estamos también manteniendo a las pequeñas casas de Berlin y Oberhausen. Hemos invertido mucho tiempo, fuerzas y energía en la centralización: la oficina de comunicación, la oficina para los donativos, la contabilidad y la Procura de misiones se encuentran en Neustadt, y el responsable de la economía trabaja en estrecha colaboración con estas oficinas. Ha sido un paso muy importante y justo.

Lamentablemente, en los últimos años nos han faltado algunos cohermanos y compañeros, y las responsabilidades se han distribuido en menos espaldas.

¿Cómo ve hoy a la provincia dehoniana de Alemania?

Pienso que en conjunto nos encontramos en una situación bastante buena. Nuestra percepción es positiva, sobre todo gracias a algunos de nuestros cohermanos que trabajan muy bien. Todas nuestras casas tienen un gran carisma, la celebraciones religiosas son muy frecuentadas en todas ellas. Queremos dar también un rostro distinto a la Iglesia: no una Iglesia anticuada, estéril y aburrida, sino abierta e quizás incluso provocativa.

 

Un grupo de sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús ha elaborado una perspectiva para la provincia, que ha sido incluso confirmada en la última Asamblea provincial. ¿Cuáles son, según usted, los elementos centrales de esta perspectiva?

Es importante que sigamos el espíritu de nuestro fundador, el Padre León Dehon. Creo que, en general, estamos muy abiertos a las personas, somos capaces de relacionarnos y buscamos vivir su misión: “¡Id a la gente!”! Tenemos una influencia espiritual que tiene un efecto muy positivo. Esto también es un legado del Padre Dehon, quien dijo que no debemos andar como lechuzas. Y no estamos hechos para la sacristía y los funerales. Somos una comunidad religiosa apostólica en medio de un mundo secular.

Ustedes hablan de carisma positivo y de espiritualidad, de comunidad como centro espiritual y de un mundo secular. Al mismo tiempo, cada vez más católicos están dando la espalda a su Iglesia. ¿Qué pueden hacer los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús para contrarrestar este fenómeno?

Sí, lamentablemente esta situación es real: sexismo, clericalismo, jerarquías y exclusiones. El hecho de que el viento sople en nuestra cara como Iglesia Católica es algo que nos lo hemos buscado nosotros mismos a lo largo de los siglos. También hemos arruinado sacramentos preciosos como la confesión al controlar a los fieles e investigar sus vidas.

Me opongo a esto con una renovación interior. ¡Doy mucho valor a la vida espiritual, aunque también ésta ha sido poco valorada en la Iglesia! Muchos de nosotros, Sacerdotes del Corazón de Jesús, ofrecen a las personas acompañamiento espiritual, retiros… y somos acogedores: ¿de qué otro modo podríamos entrar en contacto con las personas?

¿Cuáles han sido para usted las “piedras claves” en estos siete años de mandato en la provincia?

Es fundamental el progresar, siempre y en cada sitio. Puedo citar algunas cosas, a propósito de esto, de cada una de nuestras casas: Me hace feliz que Friburgo sea una casa de estudios internacional, que sea acogedora con los estudiantes de otras provincias. Es una casa espiritual, donde ofrecemos acompañamiento y diálogos en las confesiones, y tenemos también un ojo puesto en los problemas sociales de la ciudad.

En cuanto a Neustadt, me alegra mucho que la centralización haya funcionado tan bien. El desarrollo de una estructura formativa abierta y de una guest house (casa de acogida) ha tenido más éxito del que hubiera podido imaginar.

Martental siempre ha sido un lugar de peregrinación muy apreciado. Las celebraciones son ahora cada vez más frecuentadas por la gente y se encuentra mucha gente que va allí para rezar. El monasterio se presenta también como muy abierto y acogedor.

¡Nuestra escuela de Handrup es muy apreciada! Aunque somos un centro educativo confesional y nos encontramos en una zona rural alejada, tenemos una enorme popularidad.

La obra que realiza mi co-hermano Ernst-Otto en Oberhausen como profesor de religión en un enorme centro de estudios profesionales merece el máximo respeto. En lo referente a Berlín, todavía estoy convencido de la importancia de nuestra presencia en una gran ciudad. Todas nuestras ofertas son bien acogidas.

Además de todo esto, tenemos una buena relación con nuestros dependientes.

Por último, la pregunta: Usted ha sido provincial con mucho gusto. ¿Está también contento por haber dejado esta tarea?

Sí, tengo 71 años y desde hace seis meses soy también el rector de Handrup, desde la repentina muerte del p. August Hülsman. Esta escuela exige mucho: los trabajos de construcción, aún sin concluir, y la digitalización de la educación son dos aspectos fundamentales. Ahora estoy muy contento de estar en Handrup y creo que entrego una provincia bien organizada a mi co-hermano Stefan Tertüente.

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