05 octubre 2022
05 oct. 2022

Ser comunidad samaritana

Ser comunidad samaritana
La comunidad del Colegio Internacional de Roma ha comenzado el nuevo curso académico. Los nuevos religiosos scj proceden en su mayoría de Asia. El compromiso de todos es vivir la página evangélica del Buen Samaritano en comunión, participación y misión.
de  Nilson Helmann, scj
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El 22 de septiembre, día en que celebramos la memoria litúrgica del Beato Juan María de la Cruz, la comunidad religiosa dehoniana de la Casa General inauguró el curso académico 2022/2023. La mayoría de los hermanos recién llegados proceden del continente asiático: son estudiantes, colaboradores o miembros de la Curia General. Cada religioso aporta a esta comunidad la riqueza de la Congregación, la pluralidad que se convierte en unidad en el Corazón de Jesús.

Como en años anteriores, la primera semana de este nuevo curso se dedicó a la planificación y preparación del proyecto de vida comunitaria. La primera reunión se dedicó a dar la bienvenida a los nuevos hermanos. Se presentaron las tradiciones y los servicios a realizar, con vistas a la corresponsabilidad.

En los días siguientes se profundizó en el icono bíblico del Buen Samaritano. El P. Eduardo Pugliesi (BSP) profundizó en algunos aspectos litúrgicos, mientras que el P. Riccardo Regonesi (ITS), miembro de la comunidad de Cristo Rey en Roma, habló sobre el compromiso social y la sensibilidad pastoral.

Otro momento significativo de esta semana de planificación fue el retiro comunitario celebrado los días 27 y 29 de septiembre. El retiro fue dirigido por la hermana Rosi Capitanio, FSCJ. La comunidad vivió este momento de gracia meditando juntos las parábolas del Reino (Mt 13,1- 46). Invitándonos a abrirnos a las sorpresas de Dios, en el autoconocimiento, el autodominio y la entrega. Sor Rosi nos motivó a reconocer el poder de la ternura, así como la necesidad de dejarnos transformar interiormente. Según Sor Rosi: “como la levadura que fermenta la masa, así es el amor de Dios: un amor que nos hace crecer. La pasión de Dios es hacer crecer, es hacer llegar a ser”.

La comunidad se ha fijado un objetivo para este año: “vivir como una comunidad samaritana llamada a hacerse cercana y a promover la comunión, la participación y la misión”.

Con la celebración de la Eucaristía del 1 de octubre, la comunidad concluyó la semana de planificación dando gracias a Dios por este nuevo año y pidiendo luz al Espíritu para llevar adelante lo decidido en común.

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