DEHONIANOS EN LOS COMPROMISOS SOCIALES
El impacto del amor de Dios en nuestra sociedad

El logo de la IX Conferencia general

  • La base es una BIBLIA ABIERTA que simboliza la Palabra de Dios. Es el fundamento de nuestra vida espiritual y un aspecto importante de nuestra Conferencia general. A esta fuente acudió el Padre Dehon para descubrir el amor de Dios. De la meditación de la Escritura los dehonianos siguen sacando fuerzas para su misión de adoración y reparación, especialmente con los más vulnerables.
  • En las LLAMAS DE AMOR vemos el amor que viene de la Palabra de Dios. Es la luz del Evangelio que iluminó al Padre Dehon y nos sigue iluminando a nosotros hoy. Representan el impacto del amor de Dios en nuestra sociedad.
  • El símbolo de la OMEGA no sólo nos indica el final (escatología) sino que simboliza también la llegada del Reino por el que trabajó el Padre Dehon y que los dehonianos continúan a través de la misión de adoración y reparación. Es también el símbolo de la plenitud.
  • La CRUZ SCJ está en el centro del logo y nos muestra que estamos unidos por un propósito común: el Sint Unum en el Corazón de Dios.
  • Los TRES PUNTOS en las llamas simbolizan el misterio de la Trinidad.
  • El COLOR VERDE del arco de la omega expresa la esperanza, y hace referencia a la naturaleza y a nuestra casa común, que debemos cuidar como parte de nuestro compromiso social.
  • El CÍRCULO simboliza la Eucaristía, que es el corazón y la cumbre de nuestra fe.

 Objetivos de la IX Conferencia general

Objetivo 1: Inspirar a los dehonianos y a los laicos dehonianos en la pasión del Padre Dehon por la justicia social y promover una renovación de este legado, arraigado en la contemplación del amor del Sagrado Corazón.

Objetivo 2: Redescubrir nuestra identidad como dehonianos cuando nos implicamos en el compromiso social.

Objetivo 3: Transmitir nuestra herencia e inspirar a la próxima generación de dehonianos y laicos a comprometerse socialmente.

Preguntas orientativas

  • Comparte una historia sobre cómo un encuentro en tu ministerio social te hizo sentir más dehoniano.
  • Describe un aspecto en que la vida del Padre Dehon inspira tu compromiso social para ocuparte de los más necesitados y remediar las deficiencias pastorales de la Iglesia de nuestro tiempo (cf. Cst 5).
  • ¿Cómo unes “de manera explícita” tu “vida religiosa y apostólica a la oblación reparadora de Cristo al Padre por los hombres” (cf. Cst 6)?
  • ¿Cuáles son las tres necesidades sociales más urgentes del lugar en que te encuentras y que requieren una mayor implicación y respuesta de los dehonianos?
  • Comparte una idea para alentar y animar los programas de formación SCJ y de los laicos hacia el apostolado social.

El amor como la fuente del compromiso social del Padre Dehon

  1. “Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él” (1Jn 4,16). El Padre Dehon comprendió íntimamente la profundidad del amor de Dios revelado en el corazón de Cristo (cf. Cst 2) y trabajó incansablemente para transmitir el amor de Dios a los demás (Manzoni, 248 y McGuire, Social Catholicism, 17). En especial, estuvo atento a las condiciones de vida de la gente de su tiempo (cf. Cst 4). Particularmente, se preocupó por la vida de “aquellos cuya dignidad estaba siendo explotada y degradada por la expansión de la industrialización” (Ledure, 6).
  2. Según su Testamento Espiritual, el Corazón de Jesús es el maravilloso tesoro que nos dejó. Para el Padre Dehon, nuestro objetivo y nuestra misión en la Iglesia consisten en mostrar el tierno amor del Sagrado Corazón (DSP 474-475). Este Corazón, que tanto nos ha amado y nos sigue amando, es hacia donde podemos mirar y de donde podemos sacar fuerzas. Es sobre todo un testimonio del amor del Corazón de Jesús por cada uno de nosotros.
  3. Ya como joven sacerdote, el Padre Dehon se sintió atraído por los desafíos sociales y trató de encontrarles soluciones justas. Era sensible a las necesidades urgentes y al contexto social de su tiempo. El compromiso social del Padre Dehon surgió tras una profunda lectura del Evangelio a la luz del Corazón abierto de Cristo – una ventana abierta de par en par a través de la cual vio el amor y la misericordia de Dios por toda la humanidad, especialmente por los pobres y necesitados (cf. Cst 5). Comprendió que el Reino de Dios, el Reino del Corazón de Jesús en las almas y en las sociedades, debe alcanzarse mediante un amor y una misericordia concretos. El lema de la acción social de nuestro Fundador, adaptado del Papa León XIII, era: “Salid de las sacristías. Id al pueblo” (Perroux, 19 y Manzoni, 369).

Acciones y compromisos sociales del Padre Dehon:

1872: Establece el Círculo Juvenil San José para ayudar a los jóvenes a perseverar en su vida cristiana, instruirlos en la religión y animarlos a recibir los sacramentos. Además de ayudar a los jóvenes en su camino de fe, el Padre Dehon se comprometió a ofrecer a estos jóvenes un respiro en sus duras vidas. El Círculo era el lugar en el que estos jóvenes podían ser quienes realmente eran, en lugar de ser sólo asalariados, aunque sólo fuera por un poco tiempo.

1874: Pone en marcha una Oficina de Obras Sociales para defender a los trabajadores, sensibilizar a los empresarios sobre sus obligaciones y responsabilidades morales hacia sus empleados y tender puentes entre empleados y empresarios. El Padre Dehon se implica él mismo para remediar las desigualdades. Capacitó a los trabajadores para “desempeñar un papel mayor en la consecución de sus objetivos de acuerdo con las normas de la justicia social” (Manzoni, 369 y Perroux, 32). Les hizo conscientes de sus derechos y deberes. Sobre todo, restableció la dignidad de estos trabajadores para que pudieran ser agentes de su propia historia. En efecto, el Padre Dehon se convirtió en un apóstol de la acción social.

1877: Funda el Colegio San Juan para ofrecer una necesaria educación, para equipar a los jóvenes de la zona con una “caña de pescar en lugar de darles un pez”, de modo que pudiesen valerse por sí mismos de forma razonable e independiente. A través de esta institución educativa, el Padre Dehon se comprometió a proporcionar una solución a largo plazo que había estado fuera del alcance de esos jóvenes, para moldear “hombres cristianos comprometidos que fueran capaces de estar firmes en el revuelo del mundo” (Perroux, 41).

1888: Comienza a enviar misioneros a los lugares más difíciles del mundo, empezando por la misión de Ecuador. El Padre Dehon se comprometió a ir “al mundo entero y proclamar el Evangelio a toda la creación” (Mc 16,15).

1889: Publica su revista El Reino del Sagrado Corazón en las almas y en la sociedad para indagar en los acontecimientos sociales y políticos que se desarrollan en la vida cotidiana, y llamar la atención sobre los progresos que se realizan y los obstáculos que persisten (Perroux, 32). El Padre Dehon se comprometió a establecer una clara conexión entre la espiritualidad del Corazón de Cristo y la transformación de la sociedad.

1887-1901: Organiza, junto con el empresario León Harmel, encuentros de formación en verano para seminaristas en Val-des-Bois. Esto significó un espíritu de cooperación entre sacerdotes y laicos (Manzoni, 377-378).

  1. Estos ejemplos del compromiso social del Padre Dehon no son exhaustivos. Demuestran que no era indiferente a los retos sociales. Por el contrario, el Padre Dehon y sus contemporáneos hicieron de estos desafíos una oportunidad para convertirse en “defensor(es) de las masas de trabajadores cuya dignidad no era respetada” (Ledure, 47). El Padre Dehon aprovechó estas oportunidades para expresar concretamente su “amor intenso entre vosotros” (1Pe 4,8). Como San Juan, amó “de palabra y de boca, sino de verdad y con obras” (1Jn 3,18).
  2. Las preocupaciones y la dedicación del Padre Dehon a la justicia social y a la dignidad humana forman parte de nuestra hermosa herencia. Son parte de nuestro carisma. ¿Cómo han continuado los dehonianos esta herencia y este carisma? ¿Cuáles son los proyectos dehonianos que manifiestan este carisma en acción?

Los compromisos sociales dehonianos como una misión de adoración y reparación

  1. Contemplando el mundo de hoy, podemos ver que ha habido muchos cambios desde los tiempos del Padre Dehon. Los retos y las dinámicas actuales son muy diferentes. A pesar de estos cambios, no debemos quedarnos con los ojos cerrados ante las terribles condiciones de los más vulnerables (pobreza material, ancianos, jóvenes sin esperanza ni futuro, soledad…) y que, desgraciadamente, son muy parecidas a las que nuestro Fundador luchó por cambiar (Fratelli tutti, 115, 130, 155, 163). El Padre Dehon nos pidió que fuéramos al pueblo, que comprendiéramos sus necesidades y desafíos y que, junto a ellos, encontráramos soluciones justas.
  2. Para los dehonianos, la llamada del Padre Dehon de ir al pueblo en sus momentos de necesidad consiste en compartir el amor misericordioso del Corazón de Jesús. El Padre Dehon nos enseña que la misa diaria, la adoración eucarística, la hora santa, etc. son formas prácticas de reparación. A través de ellas sacamos fuerzas del Corazón de Jesús. Es nuestra fuente de energía, y es en su Corazón donde encontramos la fuerza para la fecundidad de todos nuestros compromisos sociales. La adoración eucarística es “un auténtico servicio a la Iglesia (cf. Notes Quotidiennes, 1.3.1893)” (Cst 31). Según el Padre Dehon, las obras de reparación en nuestro apostolado muestran el amor y la misericordia de Dios, especialmente hacia los más necesitados.
  3. Los dehonianos, en general, han entendido el mensaje de nuestro Fundador. Consideran la adoración eucarística y la reparación como una misión de solidaridad con los más necesitados, y caminan junto a ellos. Sin embargo, para vivir este compromiso social hoy, los dehonianos se enfrentan a muchas dificultades y desafíos.
  4. En nuestra cultura, por ejemplo:
    • La desaparición del matrimonio y la familia tradicionales, la secularización y el relativismo, la revolución biotecnológica, las cuestiones de género.
    • La migración y los pueblos desplazados por la guerra.
    • La crisis ecológica integral (escasez de agua, agotamiento del suelo, crisis de la biodiversidad).
    • La crisis de los abusos en la Iglesia.
    • Las cuestiones relacionadas con la vida (aborto, eutanasia, pena de muerte).
    • La brecha económica entre ricos y pobres.
    • El acompañamiento de los jóvenes que no creen o tienen poca fe en Dios.
  1. En nuestra Congregación:
    • El envejecimiento de las Entidades históricas y el rápido crecimiento de las nuevas.
    • Las diferencias culturales (multiculturalidad).
    • La falta de experiencia y de especialización en esta realidad tan cambiante.
    • La limitación para dar una respuesta adecuada, por diversas razones (legales, financieras o de tiempo).
    • El desconocimiento o la escasa acogida de las enseñanzas del Padre Dehon sobre los compromisos sociales.
    • Las obras sociales llevadas a cabo individualmente y no por la comunidad.
  1. Está claro que los retos son muchos y pueden abrumarnos. Es fácil echarse atrás en nuestro compromiso social. Sin embargo, el Padre Dehon se enfrentó a muchos retos en su época (McGuire, Foundation, 33). A pesar de las dificultades aparentemente insuperables, las afrontó con fe y audacia. Entendió profundamente el mensaje de Jesús: “En verdad os digo que cada vez que lo hicisteis con uno de estos, mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis” (Mt 25,40). En la búsqueda de soluciones a los problemas, el Padre Dehon colaboró y caminó junto a personas como León Harmel. Hoy continuamente somos interpelados “como Pueblo de Dios a asumir el dolor de nuestros hermanos vulnerados en su carne y en su espíritu” (Papa Francisco, Carta, introducción).
  2. Con todo, descubrimos también oportunidades. Si sabemos aprovecharlas, podemos continuar con la hermosa herencia y el carisma de nuestras obras y compromisos sociales. Por ejemplo:
    • El deseo de comprometerse.
    • Los recursos humanos.
    • La diversidad de experiencias y conocimientos (los mayores pueden enseñar a los jóvenes SCJ con sus experiencias en el pasado).
    • La colaboración entre los laicos y los religiosos.
    • El diálogo entre el individuo y la comunidad.
    • Las redes internacionales entre Entidades.
  1. Hemos visto desafíos y también oportunidades. Teniendo en cuenta ambos, cada persona y cada Entidad debe preguntarse cómo responder adecuadamente a los problemas sociales. Recordamos la perspectiva del Padre Dehon: “En estas palabras: Ecce venio…, Ecce Ancilla…, se cifran toda nuestra vocación, nuestro fin, nuestro deber, nuestras promesas” (Cst 6). Su espíritu de disponibilidad y voluntad debe ser nuestra brújula y nuestra dirección. Fieles al mensaje de nuestro Fundador, ¿cómo hemos superado los dehonianos los desafíos y los obstáculos para no perder de vista los compromisos sociales?

Actividades concretas y motivación para la próxima generación

  1. Al mirar al futuro, podemos estar seguros de que nuestro mundo seguirá evolucionando. Seguirán existiendo los viejos retos y surgirán otros nuevos. Caminamos juntos y nos animamos mutuamente mientras miramos al futuro. ¿Cómo pueden las actividades concretas y el apoyo de la comunidad ayudar a la próxima generación a comprometerse en el servicio a la sociedad “en la promoción de la justicia social, en la tutela de los derechos humanos y en el cuidado de la casa común, etc.” (Sínodo, Documento preparatorio, 30)? Se trata de un viaje de compañeros, codo con codo, durante este año del Sínodo. Es un viaje juntos en el espíritu del Padre Dehon. “¿Quiénes son los compañeros de viaje, considerando también los que están fuera del perímetro eclesial? ¿Qué personas o grupos son dejados al margen, expresamente o de hecho?” (Sínodo, Documento preparatorio, 30).
  2. Reconocemos que la tecnología y los avances de la comunicación y la globalización nos brindan muchas posibilidades para crear un mundo mejor. Durante la época de la pandemia de la Covid 19 hemos visto cómo estos medios de comunicación ayudan a la humanidad a construir la solidaridad, el desarrollo económico y a simplificar la vida humana.
  3. Sin embargo, no podemos negar sus efectos negativos como los problemas técnicos, el aislamiento, la soledad y otros problemas humanos. Como dice el Papa Francisco: “No debe buscarse que el progreso tecnológico reemplace cada vez más el trabajo humano, con lo cual la humanidad se dañaría a sí misma. El trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal. […] El gran objetivo debería ser siempre permitirles una vida digna a través del trabajo” (Laudato si’, 128). Desgraciadamente, la tasa de desempleo y de “jubilación” anticipada ha ido en aumento, y la gente teme que esto se convierta en una realidad normal: “A pesar de estar hiperconectados, existía una fragmentación que volvía más difícil resolver los problemas que nos afectan a todos” (Fratelli tutti, 7). El Papa Benedicto XVI era muy consciente de este fenómeno y afirmaba en su Encíclica Caritas in veritate: “Los pobres son en muchos casos el resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano, bien porque se limitan sus posibilidades […], bien porque se devalúan «los derechos que fluyen del mismo, especialmente el derecho al justo salario, a la seguridad de la persona del trabajador y de su familia»” (Caritas in veritate, 63).
  4. En esta situación global, estamos llamados a una acción concreta y eficaz. Se nos recuerda nuestra obligación/responsabilidad: “Nuestra vida religiosa participa en la evolución, en las pruebas y en la búsqueda del mundo y de la Iglesia. Por ello, nuestra vida religiosa se ve constantemente interpelada. Estamos obligados a repensar y reformular su misión y sus formas de presencia y de testimonio” (Cst 147). Se nos pide disponibilidad: disponibilidad para servir a Dios y a la Iglesia, disponibilidad para responder a los desafíos. Además, las Constituciones nos llaman a estar preparados. El espíritu de disponibilidad debe ser asumido por cada miembro de la Congregación. Además, nuestras Constituciones nos piden que seamos flexibles y creativos. Buscamos nuevas formas de expresión y testimonio en este mundo en constante cambio. Queremos ser creativos para poder llevar a cabo los compromisos sociales en medio de los desafíos y las dificultades.
  5. La Administración general considera el compromiso social como una prioridad de nuestra misión. La Congregación quiere reforzar la integración de los jóvenes dehonianos en formación en nuestro compromiso social. También queremos aprovechar las ventajas de las redes sociales, los avances tecnológicos y el progreso en los medios de comunicación. Por lo tanto, es muy importante preparar a los miembros más jóvenes para los compromisos sociales. Nuestro ministerio con los más vulnerables de nuestra sociedad debe incluir también a nuestros hermanos dehonianos necesitados. Esto implica también una mejor cooperación y solidaridad entre las Entidades y con otras comunidades religiosas.
  6. Corresponde a cada Entidad hacer planes de acción según las necesidades de cada parte de la Congregación. Tal vez la carta de San Pablo a Timoteo pueda servir como palabras de aliento: “Dios no nos ha dado un espíritu de cobardía, sino de fortaleza, de amor y de templanza” (2Tim 1,7). Efectivamente, Dios no nos da un espíritu de temor y cobardía, sino la capacidad de hacer lo que esté en nuestras manos para hacer de este mundo un lugar mejor para nosotros mismos y para los que vengan detrás.
  7. A pesar de estos retos y dificultades, se nos invita a emprender nuevos caminos de esperanza: “Porque Dios sigue derramando en la humanidad semillas de bien. […] La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna” (Fratelli tutti, 54-55). O afrontamos estos retos de frente, confiando en que Dios nos acompañará en nuestro compromiso, o dejamos que estas dificultades nos paralicen. Tenemos que aprender del pasado y del presente para saber cómo podemos reconocer, identificar y afrontar estos retos si queremos comprometernos y alcanzar nuestros objetivos en el compromiso social: “Caminemos en esperanza” (Fratelli tutti, 55).

Recursos

Sitio web de la Congregación para información y respuestas a las preguntas de la Conferencia: https://www.dehoniani.org

Escritos originales del Padre Dehon: http://www.dehondocsoriginals.org y traducciones: http://www.dehondocsinternational.org

Correo electrónico específico de la IX Conferencia general: confgen22@dehoniani.org


[Las citas en el texto corresponden a las versiones en inglés de las obras citadas]

Dehon, Juan León. Catecismo social. Paris: Bloud et Barral, 1898

Dehon, Juan León. Manual social cristiano. Paris, 1895.

Ledure, Yves. The Spirit and Life of Leo Dehon: Founder of the Priests of the Sacred Heart. (P.J. McGuire, Trans.). Wisconsin: Priests of the Sacred Heart, 2003.

Manzoni, Giuseppe. León Dehon y su mensaje. Torrejón de Ardoz: Gráficas Dehon, 1995.

McGuire, Paul. Foundation and Re-foundation (1877-1888). Wisconsin: The Dehon Study Center.

McGuire, Paul. Social Catholicism Then and Now. Wisconsin: Priests of the Sacred Heart, 2005.

Perroux, André. Leo Dehon: A Passion for Christ, A Passion for the World. (P. McGuire, Trans.). Hales Corners and Toronto: Priests of the Sacred Heart, 2000.

Pontificio Consejo “Justicia y Paz”. Compendio de la doctrina social de la Iglesia. Città del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana, 2005.

Papa Benedicto XVI. Caritas in Veritate. Carta Encíclica sobre el desarrollo humano integral en la Caridad y en la Verdad. Città del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana, 2009.

Papa Benedicto XVI. Deus caritas est. Carta Encíclica sobre el amor cristiano. Città del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana, 2005.

Papa Francisco. Fratelli tutti. Carta Encíclica sobre la fraternidad y la amistad social. Città del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana, 2021.

Papa Francisco. Laudato si’. Carta Encíclica sobre el cuidado de la casa común. Città del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana, 2015.

Papa Francisco. Carta al Pueblo de Dios. Città del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana, 2018.

Sínodo de los Obispos. Sínodo 2021-2023. Documento preparatorio. Città del Vaticano: Libreria Editrice Vaticana, 2021.

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