Entrevista con el P. Renzo Busana, scj misionero en el Congo.
P. Renzo Busana ha sido misionero en el Congo durante 15 años y pertenece a la provincia Congoleña. Trabajó muchos años en Babonde. Desde 2019 está en la nueva misión de Gbonzunzu, una zona donde también viven muchos pigmeos. Si quieres seguir su misión sigue su blog: http://karibubabonde.blogspot.com/
Querido P. Renzo, ¿puede describir su compromiso misionero y el de los dehonianos de la Provincia del Congo?
Hace 15 años que pertenezco a la Provincia Congoleña, ejerciendo diversos ministerios, primero en Babonda y ahora en Gbonzunzu, en la selva ecuatorial del Congo. Actualmente hay unos 80 cohermanos, 7 misioneros vienen de otras entidades dehonianas. Hoy la mayoría de los religiosos son locales. La primera evangelización con la fundación de nuevas comunidades cristianas y la educación en las escuelas son las principales áreas de compromiso de los cohermanos dehonianos.
El Congo ha sufrido una serie de conflictos y sigue viviendo una situación inestable. “A pesar de esta situación en la República Democrática del Congo, la mayoría de las muertes no son causadas por la violencia del conflicto en curso en el país africano, sino por la malnutrición y las dificultades evitables debido al colapso de los centros de salud”. ¿Cómo valora esta situación?
No hay que subestimar la inestabilidad política, también porque hasta ahora hay milicias armadas que disparan y producen un gran número de refugiados. La razón es la explotación y el acaparamiento de los ricos recursos naturales. Está la incapacidad del Estado para asumir responsabilidades como, por ejemplo, el desarrollo de infraestructuras adecuadas, la sanidad, el acceso al agua potable, etc. La desnutrición, la malaria, el ébola siguen causando muertes: la gente muere sin saber de qué. Los gobernantes no se hacen cargo de los problemas de la gente y la corrupción impregna las instituciones. Invertir en las escuelas es sin duda una baza cuyos frutos se verán a largo plazo, porque se forman personas capaces de tener ética y asumir responsabilidades.
En el comunicado de prensa emitido el pasado 29 de noviembre durante la sesión extraordinaria, los obispos destacaron dos temas prioritarios: la inseguridad en el país, especialmente en el noreste, y el problema de la enseñanza. ¿Qué piensan los dehonianos al responder a estos desafíos?
La iglesia mantiene su papel profético y de denuncia. La iglesia se esforzó por celebrar bien las últimas elecciones y está trabajando para celebrar las próximas en 2023. El papel de los dehonianos es seguir en esta línea de concienciar a la gente, de ayudar a la gente a abrir los ojos a las cosas buenas y a las que no lo son. Los dehonianos ayudamos a este proceso a través de la labor educativa, que se realiza principalmente en las escuelas.
¿Le gustaría lanzar un mensaje o un llamamiento a la congregación y a la familia dehoniana?
Teniendo en cuenta los orígenes de nuestra provincia congoleña, pido que no disminuyamos nuestra presencia internacional. Tenemos un número creciente de vocaciones locales: Pido a la congregación que nos apoye en nuestra labor educativa, incluso financieramente.
