06 abril 2022
06 abr 2022

Va adelante la Causa super virtutibus del P. André Prévot, scj

Va adelante la Causa super virtutibus del P. André Prévot, scj
El jueves 24 de marzo de 2022 en la Congregación de las Causas de los Santos ha tenido lugar Sesión del IIº Congreso peculiar de los Consultores Teólogos sobre la Causa super virtutibus ac fama sanctitatis del P. André Léon Prévot (1840-1913).
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El jueves 24 de marzo de 2022, durante las primeras vísperas de la Solemnidad de la Anunciación del Señor y la memoria del bautismo de nuestro Fundador, los Consultores Teólogos de la Congregación de las Causas de los Santos se pronunciaron positivamente sobre la Respuesta de la Postulación General Dehoniana en relación con la Relatio et Vota del Primer Congreso de Consultores Teólogos, celebrado el 24 de febrero de 2015. La Respuesta fue redactada durante el año 2020 y presentada el 8 de mayo de 2021 para su estudio en la Congregación de las Causas de los Santos.

En el examen de la Causa, los Consultores Teólogos se pronunciaron sobre el ejercicio heroico de las virtudes cristianas y la fama de santidad del Siervo de Dios, el P. André Prévot.

Después de la Sesión de los Consultores Teólogos, la Positio del Siervo de Dios, Padre André Prévot, puede continuar su iter canónico de la fase romana hacia la venerabilidad: es decir, la Sesión de la Congregación de Cardenales y Obispos. Así pues, la causa del padre André Prévot sigue su camino.

Podemos afirmar que la caridad hacia Dios y el prójimo inspiraron toda su vida y todas sus virtudes.

Caridad hacia Dios

La fe y la esperanza crearon en él “el clima de la caridad”, que se traduce en un gran amor a Dios, una fidelidad a Él, una búsqueda de la santidad de vida y una promoción de la misma especialmente entre los sacerdotes y las almas consagradas.

Caridad con el prójimo

Consciente de tener que vencer muchas resistencias debido a su temperamento, poco a poco aprendió a poner siempre “la medida de la caridad” en todo lo que decía y hacía, haciendo prevalecer siempre la bondad y la firmeza, pero también el sentimiento de la recta comprensión. En su ministerio sacerdotal, demostró un gran y apasionado celo. En la comunidad, con los hermanos confiados a su cuidado, era cariñoso, atento, servicial y muy comprensivo, ofreciendo siempre simpatía y cercanía.

Nos dirigimos al Dios de la misericordia, con su oración, amada por tantos dehonianos, que es un modelo de caridad constante y un hermoso resumen de cómo debe vivir su amor el auténtico discípulo del Sagrado Corazón: “Es necesario desbordar la medida de la caridad”.

Procuraré repetirme a mí mismo en toda ocasión:
es necesario desbordar la medida de la caridad.
Si el amor propio me dice:
es necesario defender tus derechos, responderé:
es necesario desbordar la medida de la caridad.
Si la acedia me dice: necesitas descansar, responderé:
es necesario desbordar la medida de la caridad.
Si la prudencia de la carne pretende que no es necesario prodigarse
para no perder el propio prestigio, responderé:
es necesario desbordar la medida de la caridad.
Si me molestan o estoy cansado, me diré a mí mismo:
ánimo, es necesario desbordar la medida de la caridad.
A su vez, cuando tenga necesidad de ayuda, un consejo,
una corrección, un consuelo, quizás perdón o socorro
para mi alma y para mi cuerpo, para mí o para mis hermanos, iré a Jesús y diré:
“Maestro bueno, has prometido tratarnos con la misma medida,
es necesario que hagas desbordar la medida de la caridad”.
Amén.

Os invitamos a continuar conociendo y profundizando la vida de nuestro Siervo de Dios, colaborador estimado del P. Dehon, y sobre todo a rezar al Corazón de Jesús por su intercesión:

Corazón de Jesús, te adoramos y te amamos
como fuente de gracia y santidad.
Donde se posa un rayo de tu amor,
florecen las virtudes más hermosas.
Así has amado al padre Andrés Prévot.
Introduciéndolo en el misterio de tu Corazón traspasado,
le has comunicado la humildad,
el espíritu de víctima
y la ternura filial por María Santísima.
Sobre todo, has inflamado de amor divino su corazón
y le has hecho palpitar al ritmo de una caridad que rebosa toda medida.
Por eso te rezamos, Oh Corazón de Jesús,
para que glorifiques a tu siervo fiel y suscites en nosotros la añoranza de la santidad.
Guíanos por el camino de la virtud,
especialmente en la humildad y la mortificación,
Y, por su intercesión,
concédenos a nosotros y a nuestros hermanos el don de la paz,
la gracia que te pedimos…,
y la perseverancia final en tu Corazón.
Amén
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