Investigación histórica sobre el martirio del Padre Martino Capelli
La Causa super martyrio del P. Martino Capelli, scj, asesinado en una represalia en 1944, está en marcha. Según la investigación histórica, la muerte del Padre Martino Capelli puede considerarse un martirio.
El martes, 1 de diciembre de 2020 los consultores históricos de la Congregación de las Causas de los Santos expresaron su voto positivo sobre la Positio suppletiva super martyrio del P. Martino Capelli, scj (1912-1944). Esta Positio se redactó después de que la propia Congregación concediera, el 10 de mayo de 2019, que esta causa, iniciada como una causa super virtutibus, pudiera ser estudiada como super martyrio.
En el examen de la Causa, los consultores históricos se pronuncian sobre el aspecto científico de las pruebas documentales: sobre el valor científico y sobre si los documentos utilizados como prueba en la Positio son completos e idóneos. Su juicio es garantía de que tales pruebas proporcionan una base sólida para pronunciarse sobre el martirio del Siervo de Dios.
La nueva Positio Suppletiva, entregada el 20 de marzo de 2020 a la Congregación de las Causas de los Santos, pone de manifiesto la coyuntura del martirio del Siervo de Dios. Sobre la base testimonial y documental, se ha intentado demostrar el martirio de los dos religiosos (P. Martino Capelli, dehoniano y D. Elia Comini, salesiano), que ofrecieron sus vidas cumpliendo su ministerio sacerdotal, en la administración de los últimos sacramentos a los moribundos.
Después de la Sesión de los consultores históricos, la Positio sobre el martirio del Siervo de Dios, el P. Martino Capelli, puede continuar el proceso canónico de la fase romana: es decir, el congreso peculiar de los consultores teológicos y, más tarde, la sesión de la Congregación de Cardenales y Obispos.
La causa del martirio del P. Martino Capelli va adelante. Hoy, para muchos, su vida es una invitación al amor radical del Resucitado, un ejemplo de pastor verdaderamente lleno de los sentimientos del Corazón de Jesús, un símbolo privilegiado y elocuente para muchos del amor redentor de Dios
